Saludo al cuento,
a la historia de un verdugo circular,
Entro en la espiral de Cortazar en Verona
persiguiendo la de Borges.
Será la cabeza de los argentinos,
un gran laberinto orientado al sur?
Son los pasos deslizados de la milonga,
sigilosos tanteos en una ceguera irreal?
Una carta soñada, una escrita,
confesiones sin lector certero
escritor, amante rechazado.
Ciao, Verona.
Ciao, Cortazar.
viernes, 18 de enero de 2008
domingo, 13 de enero de 2008
Jardinera
Te encontré en uno de letras ajeno,
y su dueño me ayudó a hacerte entrar a Mogador conmigo.
Ahora feliz siembras el mío, y me dejas empedrar los caminos tuyos.
Ven sembremos juntas jardines
donde las hierbas y las flores
nos acaricien la vida.
y su dueño me ayudó a hacerte entrar a Mogador conmigo.
Ahora feliz siembras el mío, y me dejas empedrar los caminos tuyos.
Ven sembremos juntas jardines
donde las hierbas y las flores
nos acaricien la vida.
Sin palabras
Las palabras, las quiero dichas, escritas, pintadas.
Las busco para que en la ausencia,
mi silencio no las invente desesperanzadas, tristes.
Quiero las de esa mujer maestra de las primeras,
que las calla caminando para librarme de dolor.
No sabe ella que es más dulce oirlas aunque duras.
Las tuyas no dichas, ojalá salieran como un río, rebosando mis oídos.
Me enamoran las que escribes para otros,
más esas anunciando que hacemos parte de la misma vida.
Las busco para que en la ausencia,
mi silencio no las invente desesperanzadas, tristes.
Quiero las de esa mujer maestra de las primeras,
que las calla caminando para librarme de dolor.
No sabe ella que es más dulce oirlas aunque duras.
Las tuyas no dichas, ojalá salieran como un río, rebosando mis oídos.
Me enamoran las que escribes para otros,
más esas anunciando que hacemos parte de la misma vida.
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